Cuando las empresas deben paralizar su actividad a razón de una crisis o situación inesperada algunas deciden aplicar un ERE o ERTE para realizar despidos masivos. En estos días es muy importante que conozcas cómo los empleadores pueden poner en marcha estos recursos legales y qué los diferencia.
Si en este momento trabajas en un hotel, restaurante, fábrica o aerolínea vale la pena que estés atento, ambos conceptos son mecanismos que afectan la estabilidad de los trabajadores y pueden ser utilizadas por los dueños de empresas.
Definición de ERTE y ERE
ERTE significa Expediente de Regulación Temporal de Empleo y es un recurso regulado por el artículo 57 de la Ley del estatuto de los Trabajadores, en él se contempla la posibilidad de dejar sin efecto las contrataciones o aplicar una reducción de la jornada laboral por razones económicas, técnicas, organizativas o de fuerza mayor.
Cuando la empresa decide refugiarse en este artículo se debe notificar al trabajador que su horario laboral ha experimentado una reducción, normalmente aplica entre un 10 y un 70% sobre la totalidad de horas de trabajo. La aplicación del ERTE es muy común durante crisis temporales y no está condicionado al número de empleados que tenga la empresa.
En lo que se refiere a la indemnización los ERTE no obligan al empleador a ofrecer ninguna compensación económica a los trabajadores por la suspensión de los contratos. La única protección de los empleados es que podrán cobrar prestaciones de desempleo mientras dure en ERTE.
El ERE es un mecanismo especial para que las empresas puedan reducir su nómina de trabajadores cuando están en crisis y está contemplada en el artículo 51 de la Ley del Estatuto de los Trabajadores. La condición para su aplicación es que la compañía demuestre que enfrenta problemas económicos, técnicos, organizativos o de fuerza mayor.
Existen varios tipos de ERE:
- De reducción de jornada: la jornada laboral no se suspende por completo únicamente se reduce, así el trabajador conserva su puesto pero trabaja menos horas.
- De suspensión: la empresa mantendrá a los trabajadores en casa por un número de días definido según un cronograma.
- De extinción: es la medida que más afecta a los trabajadores porque supone una suspensión permanente de la relación laboral.
Principales diferencias
- Para los trabajadores tanto el ERE como el ERTE pueden ser perjudiciales, implican cambios en su desempeño laboral y una reducción de sus ingresos, sin embargo existen deferencias muy marcadas:
- El ERTE es en esencia un asunto temporal, es decir, el trabajador podrá volver a su puesto de trabajo después de un tiempo. El ERE puede terminar en un despido total del empleado.
- Las compañías no tienen limitaciones en cuanto al número de empleados para aplicar el ERTE, no es igual con el ERE, según la ley si la empresa tiene menos de 100 trabajadores solo puede aplicarlo sobre 10. En nóminas entre 100 y 300 personas es efectivo sobre el 10% y las que emplean más de 300 empleados aplica para 30 trabajadores.
- Para las empresas que no se enfrentan a un cierre definitivo el ERTE le permite ahorrar recursos porque no pagan ninguna indemnización, luego de un tiempo se supone que podrán retomar su actividad. Mientras surte efecto los empleados tendrán derecho a cobrar el paro.
Con el ERE la empresa está obligada a negociar con el trabajador, quien obtendrá un pago por su salida, en este caso puede resultar que el trabajador tenga más clara su situación económica y laboral.